El piso está prácticamente vacío, de no ser por mi presencia y la de mis maletas y bultos. Mis compañeros brasileña y colombiano partieron ya a sus respectivos destinos (Lisboa y Málaga).
En este ambiente queda una sensación de saudade, esa palabra portuguesa sin traducción exacta al español que se refiere a la nostalgia profunda de un buen pasado. ¿Cuántas fiestas, espontáneas o planeadas, no vivimos aquí? Sobre todo me viene a la mente la que hicimos por mi cumpleaños, que fue memorable en muchos sentidos.
Aunque por la familiaridad con la ciudad, la llevo más fácil, me toca esta semana inicia otra etapa de mi estancia en Madrid. Sí, la capital española, porque decidí no irme a Barcelona por múltiples factores, los más de peso de índole económica (iba a ahorrarme un mes de renta cuidando una casa, lo cual siempre no será posible), además del cierre de un área en EFE, en la que trabajaría en Cataluña.
Total, así me quedo todo el tiempo en esta urbe que nos vio ir a clases, de copas y a uno que otro evento.
Esa saudade también me pesa un poco al recordar que muchos de mis colegas del máster ya no están aquí para verlos cotidianamente, pero el sentimiento no me domina porque, además de recordarlos en las imágenes que se produjeron en todo este tiempo y que algunos de ellos se quedan aquí también, está la firme esperanza de volverlos a ver en algún lugar del mundo, idealmente en México en mi caso, je je.
Tendré nuevos compañeros de piso, que se ven buena onda así como ellos me vieron a mí en principio; son un barcelonés y un italiano. Me tocará convivir ahora sólo con europeos, lo cual me parece una experiencia interesante y enriquecedora. Además, me cambio de sector, del este al norte, a ver qué tal.
(Adaptado de mi colaboración en el blog de los alumnos del máster: http://generacionefe0809.wordpress.com/2009/06/28/nueva-etapa-castiza)
En este ambiente queda una sensación de saudade, esa palabra portuguesa sin traducción exacta al español que se refiere a la nostalgia profunda de un buen pasado. ¿Cuántas fiestas, espontáneas o planeadas, no vivimos aquí? Sobre todo me viene a la mente la que hicimos por mi cumpleaños, que fue memorable en muchos sentidos.
Aunque por la familiaridad con la ciudad, la llevo más fácil, me toca esta semana inicia otra etapa de mi estancia en Madrid. Sí, la capital española, porque decidí no irme a Barcelona por múltiples factores, los más de peso de índole económica (iba a ahorrarme un mes de renta cuidando una casa, lo cual siempre no será posible), además del cierre de un área en EFE, en la que trabajaría en Cataluña.
Total, así me quedo todo el tiempo en esta urbe que nos vio ir a clases, de copas y a uno que otro evento.
Esa saudade también me pesa un poco al recordar que muchos de mis colegas del máster ya no están aquí para verlos cotidianamente, pero el sentimiento no me domina porque, además de recordarlos en las imágenes que se produjeron en todo este tiempo y que algunos de ellos se quedan aquí también, está la firme esperanza de volverlos a ver en algún lugar del mundo, idealmente en México en mi caso, je je.
Tendré nuevos compañeros de piso, que se ven buena onda así como ellos me vieron a mí en principio; son un barcelonés y un italiano. Me tocará convivir ahora sólo con europeos, lo cual me parece una experiencia interesante y enriquecedora. Además, me cambio de sector, del este al norte, a ver qué tal.
(Adaptado de mi colaboración en el blog de los alumnos del máster: http://generacionefe0809.wordpress.com/2009/06/28/nueva-etapa-castiza)