martes, 28 de julio de 2009

Santiago Bernabéu

Además de cubrir eventos relacionados con el mundo del deporte, ahora me convertí en espectador de uno de los espectáculos más concurridos en ese ámbito: un partido de futbol.

Aproveché una oferta de pases gratis para becarios como yo y asistí al partido Real Madrid-Liga Universitaria de Quito en el estadio Santiago Bernabéu, dentro de la Peace Cup 2009, que tiene como sede Andalucía y Madrid.

Llegué a dudar en usarlo porque iría solo, pero al final me animé por tomar esta oportunidad. Y la verdad es que valió la pena porque fue interesante la experiencia y disfruté del encuentro que culminó 4-2 favor los locales. Además pude presenciar por segunda vez en mi vida y por primera en Europa un partido de futbol de primera en pleno estadio.

Me tocó estar a unas siete filas de la cancha, lo cual daba una perspectiva interesante, que daba la sensación de poder recibir un balonazo en plena cara si se les pasaba la mano por esa área, que afortunadamente sólo quedó en la imaginación.

No jugó Kaká, a quien me hubiera gustado ver, tampoco Casillas, el portero madrilista, pero estuvieron Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, recientes adquisiciones del equipo local, además de las figuras que ya llevan su tiempo allí.

Lo que temía en un principio, al ver tantas banderas de Ecuador presentes en algunas secciones(había una que otra de otros países latinoamericanos: Perú, Venezuela, Honduras, Chile), se convirtió en triste y lamentable realidad: el racismo y los insultos se combinó con la pasión por los equipos.

Ecuador es uno de los países de América Latina con más población residente en España. De allí un poco la exhibición de tantos lábaros sudamericanos, pero también la conjugación de una serie de prejuicios y sentimientos que afloran sobre todo en tiempos de crisis, promovidos por sectores de derecha que culpan a los migrantes de la falta de empleo.

Ya de por sí es difícil moderar posturas cuando la afición es lo primero en la mente del espectador y la pasión se desborda, que si por un faul no marcado, una tarjeta amarilla justa/injusta (dependiendo de quién lo señale, obviamente) o un gol merecido o no. Pero si lo combinamos con lo anterior, el resultado son miradas y señales de desprecio e incluso de odio, hasta al punto de corear repetidamente "puto Ecuador".

Porque ya no eran en ese momento dos equipos de diferentes naciones que disputan un lugar para competir por un trofeo, sino dos países que se enfrentan a muerte para demostrar cuál es el mejor. Los fanatismos siempre son terribles, incluidos los futbolísticos.

Hubo incluso un momento en que estuvo a punto de estallar la violencia entre algunas personas de las gradas, lo que llamó la atención de cuando menos la mitad del estadio y que se resolvió con la expulsión de uno de los implicados.

Suena paradójico en un evento cuyo nombre y supuesto propósito es promover la paz. Esto no se logra sólo donando las ganancias a una fundación u organismo dedicado al tema. Desde los mismos equipos que se estrujan y luchan casi a muerte por ganar creo que se debe hacer algo, aunque no sabría muy bien decir qué.

Sin embargo, dudo mucho que el futbol sea el medio más adecuado para la promover la paz. En principio sería el ideal por más masivo, que llega a más gente, mucha de ella con poca preparación académica o intelectual, pero parece no lograr los efectos deseados en los espectadores.

Al contrario, al menos en una ocasión fue el pretexto para que iniciara una guerra, la ocurrida entre El Salvador y Honduras a finales de los 60 y documentada por el escritor polaco Ryszard Kapuściński.

Una vez leí de un proyecto antipandillas o para sacar a los jóvenes de la delincuencia basado en el futbol, pero ¿habrá algún ejemplo de un verdadero partido amistoso o que haya ayudado a resolver conflictos?

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