La capital austriaca resultó ser el reflejo del poder imperial que tuvieron los Habsburgo, una de las dinastías más influentes y antiguas de Europa en el poder, hasta el siglo XX.
Aunque sabía que mínimo algo de ello conservaría, conocerla fue una grata sorpresa tras la publicidad de belleza más fuerte que tiene la capital de la vecina República Checa, Praga. Claro, ambas son muy bonitas, cada una tiene lo suyo, pero Viena es soberbia hasta en lo más sencillo.
En este sentido, lo que me llamó más la atención es que sus grandes construcciones, salvo excepciones como la catedral, de origen gótico, pertenecen al periodo del que fue el último gran emperador austro-húngaro, Francisco José, entre finales del siglo XIX e inicios del XX.
De allí provienen algunos de los céntricos museos, las ampliaciones del céntrico Palacio de Hofburg, la Ópera, iglesias, y numerosos edificios civiles céntricos y de los alrededores. Mención especial es el Palacio de Schönbrunn (el de la foto), que por sí solo y sus jardines es Patrimonio de la Humanidad, pues también el centro histórico de Viena tiene esa distinción, aunque años después que la antigua residencia real.
Claro, todo esto construido con lo obtenido de los territorios sojuzgados, como suele ser en todo imperio, aunque ahora es, como lo indican las distinciones de la Unesco, algo para ser admirado por todo el mundo.
Este poderío también se reflejó en las artes, de donde se rescata por ejemplo la figura de Gustav Klimt, cuya obra emblemática, "El beso", se encuentra en otro de los palacios insigne, el Belvedere.
Por otro lado, estando allí recordaba continuamente las aventuras y desventuras de Marjane Satrapi, la autora del cómic autobiográfico sobre Irán Persépolis, quien pasó un periodo crucial de su vida allí. Me preguntaba por dónde viviría, si sería por donde caminaba en esos momentos, porque nunca lo indica ni da referencia en sus dibujos/escritos.
Lo que sí tenía cierto es que probablemente alguno de los tranvías que usé, que combinan tradición y modernidad (son los antiguos trenes, aunque hay unos muy modernos, pero como quiera se mueven a buena velocidad) también haya sido alguno de los que le sirvió como pequeño refugio temporal.
domingo, 19 de julio de 2009
Viena
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Viena es maravillosa. Disfrútala mucho.
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