Parece que fue un acto que, como las autoridades religiosas de esa población de Castilla y León señalan, es un simbolismo que expresa el fervor de los mandos de las fuerzas armadas ibéricas. Aunque esto, como podríamos ver claramente, genera polémica.El descontento ha sido pronunciado por la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España en una carta previa al acto (fechada el 28 de enero) dirigida al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que califican el acto como "una ofensa grave y gratuita" hacia los miembros de las fuerzas armadas españolas que pertenecen a otras confesiones religiosas o incluso a ninguna.
"Como ciudadanos de España y, desde nuestro total y absoluto respeto a la libertad religiosa de todos y cada uno de los ciudadanos - sean civiles o militares, políticos o empresarios, gobernantes o gobernados –, nos parece del todo inaceptable esta expresión anacrónica, involucionista y predemocrática, más propia de un país confesional o integrista en materia de religión, que del nuestro", dice la misiva, de la cual reproduzco los siguientes párrafos, que se me hacen reveladores:
"En las actuales circunstancias históricas, políticas y sociales, este tipo de actos militares que consagran y celebran el sincretismo entre Estado y Religión, concediendo de manera oficial el rango de “generala” del Ejército a una figura religiosa determinada, resulta bochornosa y nos sitúa de espaldas al progreso.
"Porque, si no hay separación entre lo militar y lo religioso, ¿en qué podrá haberlo? ¿Qué tipo de ejército vamos a tener? ¿Será acaso la virgen generala de los efectivos católicos solamente? ¿Significará que los protestantes, musulmanes y judíos no tendrán que someterse a esta jerarquía? ¿O se nombrarán, a partir de ahora, figuras eclesiásticas en las fuerzas armadas para otras confesiones religiosas?
"Por otra parte, nos preguntamos con preocupación si este sincretismo militar-religioso podría dar lugar a que, en países donde nuestras tropas cumplen misiones de paz, agitadores oportunistas evocaran el “espíritu de las cruzadas de la edad media” para movilizar a los insurgentes a una “guerra santa” contra un ejército “cristiano”.
"Con actos como el de este domingo, desde luego, ofrecemos un pésimo ejemplo que,
para colmo, podría ser interpretado por aquellos como una provocación".
¿Qué dice el propio general Senra? En declaraciones publicadas por el sitio Leonoticias, afirma que no le haya “sentido” a esas afirmaciones porque esta cesión tiene el sentido de un “verdadero acto de hermandad”, por lo que “no hay que darle otro sentido ni otra importancia”.
Por si el tema trascendía para alguna colaboración periodística en México (lo cual no fue así), pedí su postura a Luis Vega, presidente de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores:
"Nosotros planteamos de que en un estado aconfesional, las creencias religiosas deben de estar excluidas de la vida pública. Nuestra postura, por tanto, es contraria a esta imposición del fajín, por otra parte muy propia de épocas anteriores no muy lejanas".
En esto de ser algo que se remonta a años atrás coincide el abad de la Cofradía de Minerva y Veracruz, José Antonio González, para quien este acto es una "donación" y no un "nombramiento". Aseguró que esa afirmación es fruto de una “desinformación importante” porque el Ministerio de Defensa “no nombra a nadie generala”, algo que sería una “auténtica barbaridad”.
Como ejemplo puso el que muchas vírgenes “muy ligadas al sentimiento popular”, pueden lucir el fajín de general la Semana Santa en España siempre y cuando un mando del ejército que lo ostente acceda a entregárselo. Uno de ellas es la virgen del Pilar que, en ocasiones, viste un manto cedido por el Ejército del Aire.
Se trata de un acto “significativo” de la unión entre las cofradías de España y los diferentes ejércitos. "No es más que un símbolo militar importante y bonito para que virgen vista fajín en procesiones”, expresó.
Para el presidente de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España,
Daniel Rodríguez Ramos, es un retroceso en la separación Iglesia-Estado, pese a los avances que se han dado secularmente en la materia y las declaraciones de la misma jerarquía católica a nivel local y mundial.
Justo hablábamos hace unas semanas del papel y consideración que buscan otros grupos dentro de la vida política y social de este país. Con esto queda evidenciado el largo camino a recorrer en esta nación de largo abolengo católico romano.
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