lunes, 12 de enero de 2009

De vuelta

Madrid.- Finalmente no hubo más complicaciones, gracias a Dios, y esta mañana pude dirigirme normalmente hacia el aeropuerto de Marseille-Provence para tomar mi vuelo hacia acá, el cual transcurrió normalmente.

Todavía a los lados de la carretera hacia la terminal aérea, afuera de la misma, en la orilla de la pista en el mismo aeropuerto y desde el aire, se podían observar resquicios importantes de la nevada del miércoles, ¡seis días después! Eso puede ilustrar un poco la razón de tanto caos y paralización aquel día y gran parte del siguiente en Marsella...

En Madrid veo algo similar en los parques, jardines, aceras y calles: hielo y nieve semi derretida, producto de la precipitación congelada del viernes.

A unos tres días de distancia, las dos ciudades tienen en común ese aspecto... junto con la alegría que causó a los lugareños la visita inesperada de los copos blancos.

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