domingo, 18 de enero de 2009

Saudade

Encontré una posible explicación sobre mi experiencia con los portugueses en mi visita a su país, al que me refería antes del receso vacacional.

Se llama "saudade", una palabra propia del portugués del que no hay una traducción ideal al español u otro idioma, porque expresa un sentimiento muy propio y típico de ellos, de nostalgia, a menudo profundamente melancólico de otros tiempos mejores, al que los portugueses les gusta abandonarse.

Esta explicación estaba en una guía que llevaba para conocer mejor la nación lusitana:
"Saudade es la nostalgia de un pasado glorioso, un lamento insondable y acuciante de añoranza del hogar, pero sólo los portugueses comprenden este sentimiento. Su hogar y Portugal representan el heroísmo del pasado, las penas del presente y las esperanzas melancólicas del futuro". (Abigail Hole y Charlotte Beech, "Portugal", Lonely Planet, 2005)

Esta percepción la he podido confirmar un poco con españoles que conocen Portugal, que describen a sus habitantes (al menos los de Lisboa) como "rancios" o "amargos".

Me viene a la memoria el descuido que mi amigo colombiano y yo veíamos en ciertas zonas de la ciudad y sus afueras, donde no importaba que la pintura ya se hubiera retirado de los edificios o que los techos se estuvieran cayendo.

Ese saudade asimismo está también en los museos que exhiben objetos y figuras provenientes de sus antiguos dominios: China, Brasil, India y partes de África, entre ellas Egipto, donde hasta sé no tuvieron posesión, pero probablemente los consiguieron por su extendido comercio.

Y en las plazas, calles, avenidas, monumentos y edificios que hablan de los grandes viajeros, como Vasco da Gama, descubridor de la ruta hacia India vía el continente africano.

Además, en la propia historia de un país que, gracias al apoyo de Inglaterra, consiguió enfrentarse victoriosamente a España (quien lo poseyó por unas décadas) y Francia (que lo invandió durante Napoleón).

Pero considero que una cosa es recordar las glorias del pasado y otra hundirse en él. Sí, la historia fue después muy desafortunada para ellos, los errores costaron caro y surgieron otras potencias que se adueñaron del protagonismo de la historia universal. Pero algo pasa que en la historia portuguesa reciente el mayor logro fue unirse a la Unión Europea y mejorar un poco con ello la economía nacional.

Me remite a lo que muchas veces vivimos en México.

La historia oficial nos enseña que éramos cuna de grandes civilizaciones que decayeron en su tiempo, mientras que las entonces existentes sucumbieron ante los españoles; que Alexander von Humbold visualizó que la entonces Nueva España y Estados Unidos serían los dominantes en el continente; que tuvimos por unos meses (con el imperio de Agustín de Iturbide) una extensión territorial que iba desde California hasta Costa Rica; que Estados Unidos se apropió de más de la mitad de nuestro entonces territorio (los actuales estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, Colorado y Texas); que pese a que fue producto de la dictadura de Porfirio Díaz, exiliado aun después de su muerte en París, el peso mexicano llegó a valer dos dólares a inicios del siglo XX y la economía nacional prosperó; que somos el único país que ha realizado en dos ocasiones el Mundial de futbol y el único de Latinoamérica en organizar unas Olimpiadas; que fuimos junto con Canadá los primeros de la región en firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos, la mayor economía del mundo y a quien estratégicamente tenemos por vecino, y otro con la Unión Europea; y otros episodios que se me escapan y que podríamos sumar a esta lista.

Para algunos son una muestra de que México lo tiene todo para crecer y ser fuerte en el escenario internacional, mientras que hay quienes se quedan suspirando por todo lo que en su momento fuimos o hubiéramos llegado a ser.

Me gusta la historia y creo en la conservación del pasado, pero éste no debe ser un ancla para el progreso, sino mejor un impulso.

1 comentario:

  1. Curioso... Hace unos días escuché a un político invocando al pasado, y a un personaje controversial para Nuevo León: Santiago Vidaurri. Pero así como hay nostalgia por el pasado, también hay hechos y personajes históricos usados para justificar intenciones no muy claras... Saludos mi estimado viajero... Discupa mis ausencias... pero sigo buscando chamba.

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