domingo, 20 de junio de 2010

Carlos Monsiváis

Este fin de semana murió el escritor mexicano Carlos Monsiváis, uno de los intelectuales más famosos del país gracias a su participación en distintos medios de comunicación y la variedad de temas que trataba, desde la llamada "alta cultura" hasta lo popular.

Obviamente el sábado que murió me tocó trabajar pese a ser mi día de descanso, pero la importancia y deceso de este personaje, apenas un día después del de José Saramago, premio Nobel de Literatura, lo ameritaba.

Tuve la fortuna de haber conocido en persona a Monsiváis, y de hecho fue la entrevista más importante en ese momento como estudiante. Gracias a la colaboración entre el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) y la UDEM, visitó el campus universitario y lo llevé a Radio UDEM, donde charlamos de los principales temas nacionales del momento.

Me acuerdo que la conversación, y la nota que posteriormente redacté sobre la entrevista, trató muchos temas, entre ellos la pobreza, sobre la cual, si mal no recuerdo y en su ironía peculiar, "Monsi" dijo que a Fox le gustaría eliminarla por decreto.

La noche de ese mismo día fui invitado por la entonces directora de la carrera de Artes en la UDEM para estar en la cena que tendría Monsiváis con universitarios. Por alguna razón fui el último que llegué y ya había pedido todos su platillo y bombardeaban al escrito con preguntas sobre la actualidad mexicana o la literatura, por ejemplo.

Cuando llegué, y afortunadamente me tocó sentarme cerca de él, dejó de prestar atención a los demás para empezarme a preguntar el libro y versículos de frases bíblicas que me decía, como una especie de juego que después derivó en completar algunos proverbios también bíblicos. Creo que afortunadamente pasé la prueba, aunque alguno no me los supe.

Y es que mientras técnicamente se ajustaban los detalles de la grabación de la entrevista, tuve oportunidad de preguntarle por su formación protestante. Aunque por lo visto muchos no lo saben, Monsiváis es de familia metodista. Hubo incluso participaciones frecuentes de él en foros sobre historia de la iglesia protestante en México y en algunas ocasiones lo sacaba a relucir en alguna entrevista de profundidad. Por ejemplo, llegó a decir que la Biblia fue uno de sus primeros acercamientos con la literatura.

Como crítico de todo, creo que tampoco estaba muy convencido de las prácticas de su iglesia, por lo que quién sabe cuándo sería la última vez (probablemente desde joven) que asistió a algún culto. Pero su vida y obra son muestra de que también el protestantismo también es muy mexicano y puede ser fuente de inspiración para la buena literatura nacional.

Como intelectual, fue uno de los pocos que el domingo publicaba una columna en al menos tres diarios y una revista de circulación nacional, y que de vez en cuando aceptaba con gusto (algunos tenían la impresión de que en cierta forma le gustaba la fama) alguna entrevista radiofónica (me tocó contactarlo varias veces para Multimedios Radio) o televisiva, además de estar presente en presentaciones y ferias del libro.

Es algo que se aprecia sobre todo en los medios de comunicación masivos, pues siempre es bienvenido un punto de vista profundo, reflexivo sobre la realidad y los acontecimientos que ocurren sobre todo en nuestro país. Sobre todo, una crítica ácida y necesaria sobre los sucesos del país y las tropelías, porque era un defensor nato de muchas causas.

Por eso mismo probablemente mucha gente no lo leyó nunca, pero sí sabía o tenía alguna idea de quién era este personaje.

Descanse en paz el cronista de México, Carlos Monsiváis.