viernes, 9 de julio de 2010

"Alex"

En los últimos meses, Nuevo León, y más concretamente el área metropolitana de Monterrey, ha sido noticia nacional.

La destrucción provocada por el huracán "Alex" fue mayor a la esperada, pues según los reportes de autoridades en la entidad se registraron precipitaciones históricas (concretamente, la mayor caída constante en lo que se tiene registro).

Y eso que funcionó la presa Cortina Rompepicos, que retuvo una buena cantidad del agua que cae desde las montañas, sobre todo del área conocida como Cañón de la Huasteca.

Lo que no resistieron fueron puentes, calles y avenidas como Morones Prieto y Constitución, que son torales de toda el área metropolitana y corren a la par del río Santa Catarina, casi siempre seco por ser de temporal, pero cuyas proporciones están bien definidas por esos periodos de inundaciones.

La acción irresponsable del hombre fue nuevamente evidenciado por la naturaleza ante las imágenes tan impactantes que vimos en colonias populares, pero las más en las de clase media-media alta, como San Jerónimo, Rincón de la Primavera, Villa Las Fuentes y Cumbres: carros cubiertos totalmente por lodo y piedras, calles totalmente arrasadas y destruidas, casas cuyo primer piso también quedó rebasado por lo que las corrientes arrastraron.

Recuerdo que en una de esas imágenes parecía como si el concreto y el asfalto fueran arrancados de repente para descubrir que debajo hubo originalmente un arroyo. Eso demuestra que no se respetó la orografía original y que simplemente se fraccionó sin considerar a la naturaleza. O a lo mejor ellos sí, pero los del fraccionamiento de enseguida, construido un poco más arriba, no.

Esta situación se volvió una especie de paradoja: el estado fuerte, de muchos recursos y que se jacta de ser uno de los más avanzados del país (el municipio de San Pedro Garza García es el de mayores ingresos de toda Latinoamérica) ahora necesita la ayuda del resto del país (bueno, excepto Tamaulipas y luego Coahuila, que también fueron afectados).

Ahora, sólo le queda a Nuevo León aceptar la ayuda, ante la falta de servicios básicos como agua, principalmente, luz e infraestructura de vialidad.