viernes, 9 de octubre de 2009

La ciudad descorazonada

MADRID.- La ciudad que hasta hace una semana tenía una corazonada vive ahora el sentimiento contrario. Y es que ese fue el lema oficial para conseguir el apoyo popular a la candidatura olímpica de Madrid 2016, que se convirtió en uno de sus pilares de su segundo intento consecutivo frustrado.

La propaganda promocional y gubernamental del evento internacional en la capital española, con el logo de una mano de cinco colores que en la palma formaba una “M”, inundaba las calles, ya sea en los carteles de los autobuses urbanos, carteles en las paradas del transporte público, o en los transportes de las empresas que ya habían conseguido la preferencia como patrocinadores favoritos en caso de concretarse la designación.

El cambio fue radical: mientras que el domingo 27 de septiembre se convocó a una concentración multitudinaria frente a la emblemática Plaza de Cibeles, frente al Ayuntamiento, el antiguo Palacio de Comunicaciones, con la presencia del cantante David Bisbal y que fue un éxito, el sábado 3 de octubre, un día después de la elección de Copenhague donde Río de Janeiro fue la ganadora, los emblemas de la candidatura madrileña en varios idiomas eran rápidamente descolgados.

Sin embargo, la ciudad se ha visto beneficiada del esfuerzo. La delegación española, que consiguió reunir en el mismo plan común al gobierno estatal, al regional y al municipal, generalmente distantes políticamente entre sí, llevaba como carta fuerte que más del 70 por ciento de la infraestructura necesaria estaba lista o en proceso de construcción.

Parte de ellos fueron las ampliaciones del aeropuerto de Barajas y las líneas de tren de Cercanías y Metro, red en la cual ya existe la estación “Estadio Olímpico”, que corresponde al sitio de la Villa Olímpica, donde se construye el estadio correspondiente, “La Peineta”, que será también sede del Club Atlético de Madrid.

También se incluían como espacios listos, entre otros, la remodelación del Palacio de Deportes y la edificación de “La Caja Mágica”, un centro de alto rendimiento de tenis.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, detalló ayer el costo al erario de la factura por la búsqueda de la sede olímpica: 16.8 millones de euros, a lo que habrá que sumarle otros 21 millones aportados por el patrocinio privado. Lo justificó como un gasto mínimo frente a la proyección que tuvo la ciudad en esta carrera.

Decepciones
La población seguía en directo la transmisión desde Dinamarca de la sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) el pasado viernes 2 de octubre, tanto desde sus hogares o trabajos, como frente a la mega pantalla instalada en la Plaza de Oriente, ubicada entre la Ópera y el Palacio Real madrileño.

Las imágenes inmediatas de la gente tras el fallo que otorgó a Brasil la organización de los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica fueron de decepción, contrariedad y hasta de lágrimas.

El equipo olímpico español culpó de la desilusión al propio presidente del COI, Jacques Rogge, quien presuntamente había asegurado que la rotación de continentes, una regla no escrita que se aplica en los últimos 60 años para que un continente no albergue en dos ocasiones seguidas el evento deportivo, no influiría en la designación. En este sentido, París se abstuvo de competir en esta ocasión porque Londres 2012, que ganó a ambas en la anterior elección, era el principal obstáculo.

Pese a la confianza que manifestaba públicamente, curiosamente el alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, había anticipado semanas antes que, aunque no obtuvieran los olímpicos, él se postulará a la reelección del cargo en 2011, cuando sean los próximos comicios y de cuyo resultado dependería un tercer intento seguido.

La competición entonces podrá ser más reñida, pues se prevé la participación de Roma y Berlín, así como la de otros continentes, como África, que en el próximo mundial de futbol demostrará su capacidad organizativa al menos en lo que respecta a Sudáfrica, y Asia, que podría buscar de nuevo los Olímpicos.

"Seguro que habrá una tercera vez para Madrid, pero ahora toca hacer una reflexión política y deportiva ", dijo por otra parte a su regreso de la capital danesa el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky.

La decisión del COI fue también un duro golpe para la economía española, que esperaba resarcir con estos futuros juegos la tasa de desempleo de 18.9 por ciento que azota actualmente al país con los 385 mil puestos de trabajo directos e indirectos y las inversiones por casi 19 mil millones de euros (unos 361 mil millones de pesos) que las autoridades estimaban durante los próximos 12 años.

Por ahora sólo queda eliminar el doloroso recuerdo de la mano olímpica, que se convirtió en omnipresente en la metrópoli castiza.

Juegos de la hispanidad
La puja entre Madrid y Río de Janeiro se centró desde las etapas previas en buscarse el apoyo de América Latina, cada uno presentándose como la representante de los países de habla hispano-portuguesa.

En la última visita que la delegación del COI realizó a la capital española, el rey Juan Carlos afirmó que los juegos en Madrid serían “de la hispanidad”, una estrategia para acaparar las simpatías del hemisferio. "Nosotros creemos que ha llegado la hora de celebrar unos Juegos Olímpicos de dimensiones hispánicas", expresó.

El esfuerzo por acaparar simpatías tenía como principal objetivo a los mexicanos Mario Vázquez Raña, quien preside tanto la Organización Deportiva Panamericana como de forma honoraria y vitalicia el Comité Olímpico Mexicano, y su hermano Olegario, a quienes la prensa española les atribuye peso decisivo internacional.

Según el periódico El Mundo, tras la decisión final, Mario Vázquez Raña se acercó con los ojos llorosos al alcalde de Madrid para lamentar el resultado de la última votación.
Por ello las declaraciones de miembros del Comité Olímpico Español de regreso a la península ibérica se centraron en criticar el sistema de votación del COI.

Efecto Lula
Si bien el triunfo de Río fue un duro golpe, en España se llegan a comprender las razones: Brasil es visto desde los últimos como una de las potencias económicas emergentes, la más grande en tamaño de América Latina, y con un creciente liderazgo internacional, reforzado por su boyante producción petrolera.

Si los españoles llegaron a sentir temor de la presencia del presidente Barack Obama para reforzar la candidatura de Chicago, lo que las autoridades negaban en público, se habían olvidado del mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien reclamó para su país la oportunidad negada históricamente para esa porción del continente americano.

"Hemos recibido nuestro carnet de identidad como ciudadanos respetados del mundo", dijo el presidente Lula, quien lloró de alegría al conocerse la decisión en Copenhague.

Aunque se tendrán que superar las observaciones hechas por el COI de los riesgos en seguridad y las dificultades en el desplazamiento dentro de la ciudad carioca, la nación tendrá la oportunidad de probar previamente su capacidad organizativa con el Mundial de Futbol en 2014.

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