domingo, 8 de marzo de 2009

Cabello

En el transcurso de la semana pasada fui a cortarme el cabello, la primera vez en España, lo cual significa que dejé que mi pelo creciera más de cuatro meses seguidos sin que sintiera el corte de las tijeras.

Es lo que hasta el momento me he dejado más largo; como me crece rápido, siempre terminaba yendo al mes o mes medio a cortármelo por desesperación. En este caso ayudó mucho que hiciera frío y la cabellera sea una protección natural contra las inclemencias del tiempo. La foto incluida aquí indica hasta dónde llegué.

Lo curioso en este caso es que es difícil dar con una peluquería que atienda a caballeros. Como no había tenido necesidad de buscar este establecimiento, decidí correr suerte con los que se encuentran en mi barrio.

Fue inútil, ninguno atiende a hombres. Incluso, me sorprendió que si uno pregunta si tienen ese servicio hasta parece que uno les estorba con su presencia masculina, porque el trato fue muy descortés y en algunos casos hasta grosero.

Probablemente ellas (porque quienes cortan a hombres son hombres, y así con las mujeres, por lo que veo) están muy acostumbradas a que así son las cosas acá en este aspecto, y yo, a que en México la gran mayoría de las estéticas son unisex, es decir, atienden tanto a mujeres (su mayor clientela siempre) y hombres.

En eso del mal trato, los madrileños pecan muchas veces para nosotros los latinoamericanos. El argentino que me cortó el cabello me decía mientras usaba las tijeras, porque le gustaba mucho expresar sus pensamientos y hasta detenía el proceso del corte por momentos para manifestarlos con firmeza, que se esfuerza por ser amable y que los clientes lo valoren por el buen trato, pero ha descubierto con tristeza que los lugareños están acostumbrados a que les traten feo.

¿Cómo se define este mal trato o falta de amabilidad? Entre otras cosas en no saludar en la bienvenida, dejando de usar las palabras "por favor" y "gracias", y la falta de tacto. ¿Será que a veces exageramos con la gentileza en América Latina en general? Puede ser que llegamos a este extremo, aunque lo prefiero a su opuesto.

1 comentario:

  1. Hola memo
    me gusta este blog tuyo...lo vistare siempre que tenga oportunidad...

    Me gusta que toques el tema de la amabilidad..podria sonar exagerado pero quienes hemos sufrido en carne propia los malos tratos de los madrileños comprendemos perfecto tu post.


    Y es que escucha uno comentarios por ejemplo que los meseros en parís son groseros...o que los parisinos lo son..pero es por que odian a tanto turista irrumpiendo en sus vidas todo el año...
    En España he visitado varias ciudades y es justo en Madrid donde encontre el peor trato, la mayoría de las veces inexplicable y absurdo.
    saludos

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