Tanto en Villarrobledo, la primer parada, como en este sitio, la población local aguardaba desde temprano junto a las vallas instaladas en el recorrido a pie que harían estas personalidades a las que se les asigna un rol casi divino.
Según quienes cubren normalmente información de la Casa Real, es la primera vez que utilizan esa medida de seguridad que resultó efectiva, pues los saludos personales de Felipe y Letizia con la gente, donde reciben dibujos realizados por los propios niños que están allí para verlos, saludos, piropos y bebés o niños muy pequeños para que los toquen o carguen.
Porras, exclamaciones y vitoreos de sus nombres al estilo de cualquier artista se hacían escuchar cuando ellos hacían su aparición, sobre todo el júbilo aumentaba cuando se asomaban al balcón del ayuntamiento en cuestión y saludaban a la multitud.
Y es que eso son... Pienso en la suerte que ha tenido Letizia al ser elegida como la esposa del heredero de la Corona española. Su vida normal se ha desvanecido para asumir el rol de una figura pública cuestionada por amplios sectores de la población española pero alabada, admirada y seguida (sobre todo en el ámbito de la moda, donde parece que se desenvuelve bien) por casi otro tanto. Ha dejado de ser una simple mortal para convertirse literalmente en princesa, probablemente en reina en un futuro. Y eso no tiene precio...
Pese a lo interesante de presenciar este tipo de eventos, donde en cada estación (tres por lugar) los príncipes caminan un poco para saludar lo más posible a todos los que están allí esperando verlos para después ingresar a un recinto donde les tienen preparada una reunión o presentación del sitio donde se encuentran, me quedo con la rica comida que probé en un restaurante local y la convivencia que se hace entre los colegas de la propia casa y los de la competencia.
Genial!!! Qué linda experiencia :) reitero mi profunda envidia :) Qué bien que lo estás pasando :) Saludos!
ResponderEliminar