domingo, 8 de noviembre de 2009

Bautista

Este año ha sido el designado para celebrar 400 años de la fundación de lo que hoy es la Iglesia Bautista, tomando a 1609 como fecha de referencia, cuando los ingleses John Smyth y Thomas Helwys definieron las bases doctrinales del grupo que se encontraba entonces exiliado en Holanda.

Por eso en julio se hizo una conmemoración importante en Ámsterdam, al que me hubiera encantado ir, pero por cuestiones económicas y un poco de tiempo, pues era ya mi periodo de prácticas del máster, me fue imposible. Había sido un buen deseo después de que no pude asistir al centenario de la Alianza Bautista Mundial (ABM) en Birmingham, Inglaterra, en 2005, al que asistió mi pastor junto con mis amigos del grupo musical Sal y Luz.

Sin embargo, ayer tuve la oportunidad de participar en una de las dos actividades que se llevaron a cabo en España por ese aniversario, una jornada con la presencia del presidente de la ABM, el inglés David Coffey, y el teólogo peruano Samuel Escobar, además de un profesor del seminario local.

Había logrado la aprobación de mi jefa en la agencia EFE para buscar y hacer entrevistas con los dos visitantes. Afortunadamente se pudo dar, pese a lo apretada de la agenda que ambos tenían.

Tenía la esperanza de un titular revelador, alguna declaración interesante que pudiera hacer muy atractiva de entrada mi nota. Debo decir que terminé un poco decepcionado, aunque como quiera obtuve buenas declaraciones que resultaron excelentemente adecuadas para el medio y la sección que las hice (Internacional para América Latina), que se vieron plasmadas en la noticia que redacté y se envío a los clientes de EFE: http://www.elvoceromi.com/index.php?option=com_content&view=article&id=766:lider-bautistas-destaca-papel-de-america-latina-en-expansion-de-cristianismo&catid=52:religion&Itemid=260 (hubo una versión más corta para los abonados españoles de la agencia).

¿Qué esperaba cuando visualizaba mi encuentro con el líder mundial de los bautistas? Alguna manifestación de cambio, revolucionaria, que al menos en intención quisiera poner a esta denominación religiosa en la punta del progreso mundial, como en otros momentos históricos ha sido, pero que ha menguado evidentemente por una actitud conservadora que incluso caracteriza en general a los miembros de estas iglesias.

Esto se debe principalmente a la influencia y movimiento arduo de los Bautistas del Sur, de Estados Unidos, que provenientes de regiones reaccionarias, el llamado cinturón bíblico de la Unión Americana, defienden a ultranza los valores morales más tradicionales, formas tradicionales y una interpretación fundamentalista de la Biblia, y que así lo han transmitido a los lugares donde han hecho trabajo misionero. Para empezar, su origen y nombre datan de la guerra civil estadounidense; es obvio determinar a qué bando apoyaron en ese momento.

En su presentación, Coffey dijo que pese a la unidad doctrinal, los bautistas en el mundo son muy distintos, porque un principio moderno reconoce que el evangelio debe adaptarse a cada cultura. En el mismo México hay algunas diferencias de forma entre bautistas del sur del país con los del resto.

Pero esta influencia parece que domina gran parte del mundo, pese a que oficialmente está fuera de la ABM, ya que los bautistas del sur se separaron de ese organismo en 2005 por fuertes diferencias en torno a la guerra de Irak (los sureños fueron la única iglesia que apoyó la invasión de Bush, por lo cual recibieron la 'concesión' exclusiva de misionar en ese país, debido a lo cual los misioneros muertos allí son generalmente bautistas del sur) y la aceptación de la iglesia fundada por el ex presidente estadounidense Jimmy Carter.

Me atrevo a decir que esa postura va contra uno de los principios bautistas más fundamentales: la libertad de conciencia que, junto con la libertad de credo y la separación Iglesia-Estado, fue una de las bases con las que se formó lo que hoy es Estados Unidos. Este establece que uno puede y tiene que discernir entre lo bueno y lo malo, las acciones son decisiones personales, pues cada uno de nosotros responderá por ellas directamente ante Dios.

Es una de las razones por las cuales me siento orgulloso de ser bautista, aunque me quedo triste por la actitud dominante. Una decepción previa por ello cuando iniciaba mis estudios universitarios fue superada por las enseñanzas y "vuelta al origen" (por decirlo de algún modo, no es término oficial de él) de mi pastor, Joel Sierra, quien estudió en un seminario bautista del norte de Estados Unidos. Lamentablemente él es visto como "oveja negra" en el mismo México, tan fuertemente influenciado por los gringos sureños.

La colonia bautista, Rhode Island, fue el primer lugar en el continente donde se estableció la libertad de culto. El pastor bautista Martin Luther King conmocionó al mundo por su lucha a favor de la igualdad y contra la discriminación racial. Carter mismo fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en su mandato por obtener un acuerdo entre árabes e israelíes. Pero ahora parece no haber revolucionarios en otros temas complejos.

La entrevista con Coffey duró unos 27 minutos, y creo que ha sido la más profunda que he realizado completamente en inglés. Supongo que ha sido sometido a pocos encuentros periodísticos, porque incluso encontré demasiado pocas noticias sobre él en Google. De esos, unos cinco minutos, es decir, una quinta parte, estuvo dedicada a los desafíos sociales a las que ya se han enfrentado otras iglesias, como la Anglicana, que ha designado obispos abiertamente homosexuales.

Al final de ese tiempo, pidió cambiar el tema y me preguntó que si la entrevista iba a ser sólo sobre el tema gay. Prometo que mis preguntas iban en concordancia a lo que él me declaró al inicio y que fue el enfoque de mi nota: ¿cómo adaptarse a estos tiempos y continuar creciendo en número de fieles pese a que la mentalidad occidental ha cambiado en cuanto a varios temas polémicos?, pero tenía también que ser específico porque no sirven las respuestas generalistas o evasivas en entrevistas como esta.

Lo bueno que dijo que una cosa es homofobia y otra negar derechos como el matrimonio porque la postura bíblica, la oficial de la ABM y la de la mayoría de los creyentes es que sólo es entre un hombre y una mujer. Finalmente, la decisión es de cada uno, aplicando el citado principio bautista, como en otros temas, como el pastorado de mujeres, en el que sí ha habido avances y apertura, pese al rechazo de amplios sectores internos, y la participación política o activista.

El otro entrevistado, Samuel Escobar, con el que conversé periodísticamente más a las carreras que con Coffey por la falta de tiempo, tres minutos exactamente, fue más conciso al decir que se requerirá "valor" para enfrentar esos desafíos, pero apenas se está en la etapa de definición.

Pese a esta aparente decepción, reitero mi identidad bautista, que incluso mantengo como parte de los rasgos personales en la red social Facebook. Sobre todo, creo en Dios y en Jesucristo como mi Señor y Salvador. Sin embargo, la experiencia en una Europa cada vez más atea y "libre-pensadora" me ha influido en algunos aspectos. ¿Seré un agente de cambio o la excepción?

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