El anuncio me pescó estando en España, así que no podía comprar en ese momento el boleto. Regresando se me olvidó hacerlo, hasta que casi faltaba un mes y me metí a buscarlo a la página de Internet de la distribuidora. El resultado era un asiento que no pude ubicar y mejor no lo compré. Así, me estaba resignando sin mucha culpa a perderme esta ocasión.
Pero mi sorpresa fue que alguien me compartió un correo en el que solicitaban voluntarios para volantear (no es redundancia, aunque lo parezca cacofónicamente, je je) sobre la filial de Oxfam en México y después permitirían entrar gratis al concierto.
Por supuesto que me anoté (despues vi que fui el segundo de la lista) y hasta le pasé la voz a un amigo, que a su vez le comunicó a otros dos. De esta manera ya tenía mi pase asegurado para la gran ocasión.
Nuestra labor fue repartir postales de una de las campañas de esta asociación humanitaria y promotora de la justicia social, de la cual Coldplay es su embajador mundial y la apoya mucho, así como anotar correos electrónicos a los interesados en recibir más informaciones sobre ella.
Terminando el quehacer, lo siguiente fue buscar el mejor lugar; tras algunas deliberaciones el elegido fue la cancha central, lo más adelante posible. Claro que esto se dificultó porque los que llevaban más tiempo allí no nos dejaron pasar más allá, incluso hubo férreos defensores de su posición.
Pese a las dificultades, lo importante era verlos de cerca, con el ambiente característico de un evento como esos, es decir, estar rodeado de gente, sin casi poder moverte e incluso recibir cerveza por los aires.
Claro, confieso que yo también fui uno de ellos en algunos momentos, para tratar de preservar cápsulas o instantáneas con sonido y movimiento (finalmente también es una manera de poder ver bien las cosas al poder elevar la visión sobre las cabezas y los aparatos digitales de los demas), pero acaso habrá que hacer algo para mitigar esta molestia (algunos aventaban lo que les quedaba de cerveza, lo cual no tiene que ver con el baño al que hacía referencia al inicio, que fue más de relajo).
A prácticamente todos los que conozco que asistieron les encantó el concierto. Ciertamente la banda tocó muy bien, hizo buen espectáculo, sobre todo su vocalista, Chris Martin, y los recursos visuales estuvieron estupendos, incluso fuegos artificiales al final y una inmensa cantidad de mariposas de colores en papel de china en una de las últimas canciones.
Martin pronuncio varias palabras en español (al menos en algunos casos lo intentó muy bien), la banda utilizó un escenario alterno en medio de la cancha y aprovechó los escenarios de costado), así que hubo mucho movimiento.
A mí también me gustó mucho, pero siento que faltó algo. ¿Será que mi canción favorita apenas y fue cantada?, ¿o que no fue tocada una de las canciones que me encanta de su nuevo disco (o el que promocionan con esta gira, porque hace poco supe que había una especie de segunda parte del mismo, llamada "Prospekts March")?¿O a lo mejor esperaba mas ruido? Porque con este concierto pude verificar que si bien Coldplay es rock, hay razones para que algunos le consideren "soft", aunque eso signifique muchas veces "pop-rock", lo cual rechazo de manera rotunda. Pero afortunamente para todo hay gustos, y esta es mi banda favorita, por su música y canciones (distingo porque en algunos casos pueden no siempre gustarme ambas en su totalidad).
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