domingo, 10 de enero de 2010

Nueva etapa regia

Monterrey.- Aprovechando que el autobús en que viajaba tenía Internet inalámbrico, me dispuse en principio a subsanar esta ausencia que provocó el inicio de un nuevo año.

Estoy en esta ciudad en la que he vivido los últimos nueve años antes de irme a España, para iniciar una nueva etapa de mi vida. Siempre decía que no sabía qué sería de mí de enero en delante, y hasta hace unos pocos días eso seguía siendo muy cierto.

Ahora sé que, cuando menos de aquí a marzo, mi lugar estará aquí, sin que sea tampoco algo inamovible, pues la actividad que estaré desempeñando es temporal y con la posibilidad de explorar otros horizontes, en la misma capital de Nuevo León, cualquier otro lugar del país (mayormente la ciudad de México) o del mundo (con el plan de irme a Estados Unidos).

¿Cuál es esa actividad? Estaré editando un número de Verbum, la revista para exalumnos de mi alma máter, la Universidad de Monterrey (UDEM).

Me siento muy contento por la confianza expresada hacia por mí por esta responsabilidad pero también experimento una sensación extraña, de que ya tengo de nuevo una responsabilidad formal, probablemente derivado de que repentinamente se acabaron mis días libres y de flojera.

Se quedaron en el aire los paseos que pensaba hacer (sólo pude hacer uno de fin de semana a Toluca recién iniciado el año) y los encuentros con amigos al menos por ahora en el Distrito Federal. Tendré que aprovechar ahora los fines de semana, aunque me quedarán muy cortos para la cantidad de cuates que quiero contactar y el tiempo que quisiera dedicarles.

Será asimismo una especie de retorno a mis orígenes universitarios. Cuando estudiaba laboré como alumno, becario o trabajador asalariado en los medios informativos estudiantiles de la UDEM. Ahora será continuar un poco con esa labor, pero ya en un órgano institucional y que tiene su buen tiraje y distribución al exterior.

Por lo pronto, tengo este domingo mi reencuentro con mi iglesia, la Comunidad Bautista Jireh, y un poco antes con la familia pastoral, a cuyos integrantes amo de verdad, sobre todo a los más pequeños, que cuidaba desde que estaban recién nacidos y hoy están al umbral de su primera década.

De aquí a marzo se antoja de repente largo y a la vez corto. Es curiosa, pero muy bienvenida, esta sensación de incertidumbre del futuro: por ahora todo puede pasar y muchos rumbos se pueden abrir o ir definiendo, como ocurrió con esta oferta, que fue un poco una petición de apoyo de una muy amiga mía y que me viene bien porque me garantiza un ingreso.

Veremos qué se va definiendo en el camino...

1 comentario:

  1. Qué bueno que estás de regreso y que tienes la oportunidad de ver con oros ojos a la UDEM y a la vez de tenerla cerca.
    Te mando abrazos.

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