viernes, 18 de diciembre de 2009

Iberoamérica

Esta es la denominación oficial que España utiliza para referirse a lo que comúnmente denominamos América Latina, aunque realmente también incluye a España, Portugal y Andorra, por el origen mismo del nombre: la península ibérica.

Lo correcto desde mi punto de vista debería ser Hispanoamérica (que me dijeron que tiene muy en contra que fue un término muy utilizado durante el franquismo) en vez de Latinoamérica (porque en sentido estricto este concepto debería incluir -y no lo hace- a Québec, que es la parte francesa de Canadá, Haití y la Guyana Francesa, pese a que fue un concepto inventado por Francia para ejercer influencia sobre las ex colonias españolas), aunque éste no incluye por definición a Brasil, que habla portugués.

Un profesor del máster se preguntaba si España cada vez se parece más a Latinoamérica o es América Latina la que se parece a España. Es una cuestión complicada porque, pese a que en primera instancia parece una discusión similar a la del huevo y la gallina, hay a la vez tantas similitudes como diferencias entre este país europeo y nuestro continente, y sus respectivos desarrollos actuales.

Sobre todo por estar hasta hoy en la sección de la agencia EFE donde hice unos meses de prácticas (Internacional-servicio para América Latina, conocido como '400 millones', por la población que entonces tenía el subcontinente), he podido observar la importancia que tiene el concepto de Iberoamérica en la estrategia política e internacional española.

Madrid se ha estado consolidando como el centro de esa región intercontinental, pues al ser la capital de la "madre patria" de todos los países de América que hablan español concentra numerosas actividades de todos los continentes, cuyas figuras pasean de vez en cuando por acá para promocionarse o establecer acuerdos.

En la capital española está, por ejemplo, la sede de la Secretaría General Iberoamericana, que es el organismo que da seguimiento a los acuerdos de las cumbres iberoamericanas de jefes de estado y de gobierno. Por ese lugar desfilan personajes y eventos que tienen relación con muchos países cuyos representantes asisten a esos encuentros.

Y definitivamente en España hay una representación de nacionales de los países latinoamericanos mayor que la que puede haber en cualquier otra nación del continente americano, excepto Estados Unidos. En este sentido, Madrid tendría como principal rival a Miami (que en general desplazó a Los Ángeles como centro estadounidense de lo "latino", en parte por una mayor cercanía geográfica hacia los países de la región).

Acorde con esto, pese a que fue el país del cual se separaron todos las naciones latinoamericanas, España lidera y coordina los eventos del bicentenario del inicio de la lucha de independencias, poniéndose a ella misma dentro del festejo por haberse liberado de la invasión francesa de Napoleón (de hecho, ellos lo ven así, como su propia lucha de independencia).

Parece un intento de formar una comunidad hispánica de naciones, parecido a lo que tiene el Reino Unido con sus ex colonias (excepto Estados Unidos) con la Commonwealth o Mancomunidad de Naciones, como se le llama en español. Y es que varios historiadores, a propósito de estos aniversarios, se lamentan que no hubiera existido ese bloque continental, que podría haber ayudado a los débiles países en pañales.

Uno de ellos, de origen cubano y que entrevisté a propósito de tantos libros y debates que surgen en estas fechas y que se refieren por tanto al sueño de Simón Bolívar de una América hispana unida, explica que otra influencia que tuvo el 'libertador' fue el desprecio hacia España, capitalizado por los forjadores de las nuevas patrias, que para formar identidades nacionales definieron qué no eran, lo que incentivó el anti-españolismo. Para el coordinador de los festejos en el Distrito Federal, eso está superado en territorio mexicano (aunque resurge en cierto modo con las inversiones de origen español en diversos sectores, como el bancario y el de energía).

En cuanto a Iberoamércia, se incluye a Portugal, que aunque pertenece como España a la Unión Europea, según encuestas difundidas recientemente existe simpatía hacia una integración con su vecino de la península, motivado principalmente por la búsqueda de una mejoría económica general, y a Andorra, un principado en medio de España y Francia en los Pirineos.

A veces me pregunto, ¿qué tiene que ver Andorra con cualquier país de América Latina? Hasta lo que sé, no hay mucha inmigración americana allí e incluso no sería una buena opción al tener al catalán como su idioma oficial (la diferencia con Cataluña, es que al ser parte de España conviven catalán y español). Pero allí está incluido, como parte de la esfera de influencia española y sus relaciones con sus ex dominios.

Con esta reflexión, aunque continúe posteriormente escribiendo sobre mi experiencia e impresiones de España, hago mi último escrito por ahora desde Madrid, de donde partiré hacia México la próxima semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario